En cuanto al tema del deporte, la ciudad cuenta con un equipo profesional en
la Liga Mexicana de Béisbol, los Sultanes de Monterrey, tiene el mejor estadio
de béisbol de América Latina y ha sido campeón mundial tres veces en el
Campeonato Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport.
En materia de futbol, tiene dos equipos profesionales: los Rayados del
Monterrey y los Tigres de la UANL, perteneciente a la Ciudad de San Nicolás de
los Garza (municipio de su área metropolitana). Ambos equipos han sido campeones
de la primera división de fútbol nacional en dos ocasiones.
Cuenta además con equipos en las ligas profesionales mexicanas de baloncesto
(Fuerza Regia), y en fútbol soccer de salón con la participación de La Furia de
Monterrey.
Es una de las sedes más importantes en el país, en cuanto a Lucha Libre se
refiere, tiene verdaderos luchadores que han hecho eco en la memoria de la
ciudad.
Adicionalmente es poseedora de las instalaciones deportivas más grandes del
mundo y desde el año 2001 es sede de una de las etapas del serial CART de
automovilismo.
Monterrey y sus centros educativos de primer nivel
Tanto Monterrey como su área metropolitana cuentan con varias instituciones
de prestigio, tales como:
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL):Universidad pública más grande del
norte de México, la cual cuenta con un campus principal, conocido como la Ciudad
Universitaria y cuatro unidades o áreas adicionales en todo el estado de Nuevo
León.
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM):Su
sistema educativo es reconocido nacional e internacionalmente por su excelencia
académica y la calidad de sus instalaciones.Fue fundado en 1943 por un grupo de
empresarios mexicanos encabezado por el industrial don Eugenio Garza Sada. El
"Tec de Monterrey", como también se le conoce, es la universidad privada más
grande e importante de Latinoamérica.
En cuanto a su gastronomía, Monterrey le da la bienvenida y conciente a su
paladar con el cabrito asado, al pastor y en salsa, fritada de cabrito y de
borrego, cortadillo de res y una gran variedad de carnes asadas, todo esto
acompañado con tortillas de harina y la infaltable cerveza .
Gastronomia en Monterrey
Las influencias judía, española y tlaxcalteca son algunas de las que han contribuido a enriquecer el panorama culinario de la región. A falta de corderos, los judíos españoles utilizaron al cabrito como sustituto en sus tradiciones gastronómicas. El famoso “machito”, hecho con tripa de caprino, tan popular en Monterrey, es una derivación del “zarajo” de Castilla.
a semita, ese singular pan dulce con nuez, también es herencia de conquistadores con antepasados sefarditas. La aportación indígena se aprecia, por ejemplo, en el otro pilar de la gastronomía nuevoleonesa: la carne seca o machacado de res. Algunos especialistas señalan que los tlaxcaltecas luego de que llegaron a estas tierras, ante la dureza del clima y la pobre agricultura tuvieron que encontrar la forma de conservar la carne. Debido a la falta de implementos para conservarla, lo único que pudieron hacer fue secarla al sol, ese sol abrasador que determina el clima de gran parte del estado, durante una buena parte del año. El resultado de ese primitivo proceso es el delicioso machacado, platillo que ningún regiomontano o visitante excluye de su desayuno. En Nuevo León se come el cabrito al pastor, y dicen los que saben que el secreto de este platillo es el propio cabrito, que debe ser un animal tierno, de no más de 40 días de nacido y que jamás haya probado hierbas del campo, es decir que sólo haya sido alimentado con leche materna. El cabrito se asa abierto, a las brasas de leña de mezquite, y luego de dos horas de cocción lenta y precisa se sirve acompañado de frijoles charros, con carne de puerco, chile serrano, tocino y cilantro; pero si se le agrega cerveza a los frijoles, su nombre cambia a “borrachos”, en vez de “charros”. En salsa o en sangre, son otras dos de las maneras en que se cocina el cabrito norestense.
Abundando en el tema de la carne, hay que decir que la región, gracias a su fama de tierra ganadera, es casi carnívora por excelencia. Aparte del cabrito y el machacado, los regiomontanos también degustan manjares como las agujas a las brasas; la carne zaraza, que son tiras de lomo servidas con guacamole, y la arrachera, corte de carne originario de Nuevo León. Según un estudio, Monterrey es la ciudad de mayor consumo de carne asada per cápita de todo el país (Hermosillo, Sonora, ocupa el segundo lugar). Pero esta afición carnívora va más allá del paladar. El fomento de la amistad, de la unidad familiar y de la alegría, es el ingrediente estrella… y unas buenas cervezas de la región, el complemento ideal. El asado de puerco con chile colorado y un buen puchero, son otras de las delicias muy bien recibidas por los comensales nuevoleoneses.
El tipo de vegetación que domina en la subprovincia de Llanuras
y Lomeríos es el matorral submontano. Otro tipo de vegetación común es el
matorral espinoso tamaulipeco. Por lo demás, se encuentran algunos bosques de
encino, encino-pino y pino en los sitios más altos de la subprovincia,
pastizales cultivados e inducidos en el lomerío suave con llanuras; algunos
mezquitales y manchones pequeños de selva baja caducifolia espinosa y de selva
baja caducifolia.
La agricultura de temporal se practica fundamentalmente en
zonas del noroeste del sistema de lomeríos suaves con llanuras, sobre suelos
someros y poco fértiles. Al noreste del ejido La Escondida, el clima es tal en
estas zonas que las lluvias permiten cosechas de medianas a buenas. Se produce
maíz, sorgo, trigo, naranja, frijol, manzana, pera y aguacate.
En las áreas dedicadas a la agricultura de riego, que se
encuentran distribuidas por el sistema de lomeríos con llanuras, hay suelos
profundos, fértiles, de poca pendiente y no tienen problemas de pedregosidad.
Aquí se produce maíz, sorgo, trigo, naranja, frijol, cebada, tomate, chile,
repollo, zanahoria, lechuga, pera, toronja y mandarina.
En la Subprovincia de las Sierras Transversales, donde hay
climas seco templado y templado subhúmedo, se desarrollan dos tipos de
vegetación dominantes: el matorral desértico micrófilo y el matorral desértico
rosetófilo. Las especies más frecuentes son: gobernadora, hojasén, mezquite y
nopal.
Las actividades agrícolas en la subprovincia, si se realizan,
son del tipo nómada.
En cuanto a la Subprovincia de las Sierras y Llanuras
Occidentales, la vegetación está determinada principalmente por el clima,
predominando el matorral desértico micrófilo y rosetófilo, así como pastizal
natural, matorral submontano, bosque de pino y chaparral.
Asimismo, predomina la agricultura de temporal sobre la de
riego, la cual se practica en los sistemas identificados como llanura de piso
rocoso y bajada, siendo los principales cultivos: maíz, frijol y alfalfa. La
agricultura de temporal es casi en su totalidad de subsistencia, aunque algunos
cultivos son para consumo regional. Los principales cultivos son: maíz y
trigo.
En la Subprovincia de la Gran Sierra Plegada, sus sierras
presentan una mayor diversidad de tipos de vegetación. En las cuatro clases de
sierras del área se presentan entre seis y quince ejemplos distintos de
vegetación, que abarcan expresiones diversas de los tipos generales de bosque,
matorral y pastizal.
En la agricultura se practica la de temporal y la de riego. La
de temporal se realiza en zonas cuyo clima aporta lluvias regulares que permiten
cosechas con rendimientos variables. Aquí, el suelo presenta profundidades
mayores de 35 cm. Los principales cultivos son: maíz, frijol, trigo, cebada,
durazno, manzano. La agricultura de riego se localiza en la sierra plegada, el
valle intermontano con lomeríos y la sierra compleja con lomeríos. Los
principales cultivos son: maíz, trigo, chícharo, papa, alfalfa, manzana,
granada, membrillo, nogal, aguacate y durazno.
En la subprovincia de los Pliegues Saltillo-Parras, la
vegetación es en su mayoría de matorral desértico rosetófilo y micrófilo. Los
demás tipos de vegetación que se presentan en la zona cubren áreas muy pequeñas
y son el pastizal natural en las bajadas y los lomeríos, la vegetación halófila
en las llanuras de piso rocoso (sobre suelos salinos) y el matorral submontano
en la sierra pliegue.
Sólo en una área mínima se practica la agricultura de temporal
y es de subsistencia.
En la subprovincia de las Sierras y Llanuras Coahuilenses hay
una riqueza considerable de tipos de vegetación, que incluye quince comunidades
vegetales distintas, desde selva baja perennifolia hasta pastizal inducido, pero
predomina el matorral submontano. También existe la retama, denominada
vegetación de galería, pues crece a la vera de corrientes de agua y sólo se le
encuentra en esta subprovincia.
La agricultura es de riego y de temporal, con suelos con más de
50 cm de profundidad, son moderadamente fértiles y de textura media. Se produce
maíz, frijol, sorgo, trigo, avena, cebada, nogal, aguacate y naranjo.
En la subprovincia de las Llanuras de Coahuila y Nuevo León
predominan el matorral espinoso tamaulipeco y el mezquital. Se presentan en
forma alternada sobre suelos del tipo del vertisol o del xerosol. También
existen el matorral submontano, el matorral desértico micrófilo, vegetación
halófila y pastizal natural.
Se realizan actividades agrícolas de riego y de temporal. La
primera se desarrolla en condiciones diversas de profundidad del suelo (de más
de 50 a 90 cm). Los principales cultivos son: aguacate, avena, calabaza, cebada,
frijol, maíz, melón, entre otros. La agricultura de temporal se desarrolla en el
lomerío suave con llanuras y en el valle. Sus principales cultivos son: sorgo,
frijol, maíz, sorgo forrajero y trigo.
La cultura de la ciudad de Monterrey y del Estado de Nuevo León están estrechamente ligadas. Cuando se fundó el Nuevo Reino de León, éste se limitaba a Monterrey, Monclova, Cerralvo y Saltillo y las familias fundadoras formaban un grupo de una treintena de personas en cada localidad. Poco a poco, Nuevo León se fue poblando con las familias de pastores trashumantes de origen criollo que combatieron y desplazaron a los grupos indígenas nativos de la región y más tarde defendieron la que ya habían hecho tierra propia, de las incursiones de otros grupos nativos, generalmente llamados apaches, desplazados, a su vez, por los colonos tejanos y norteamericanos. Después de la guerra entre México y Estados Unidos, la ciudad quedó a un paso de la frontera y comenzó a ser un lugar estratégico para la industria y el comercio entre los dos países. La que había estado aislada por la Sierra Madre y alejada del centro de la Nueva España y el México independiente, comenzó a desarrollarse —desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX— en todos los sentidos: demográfico, social, político y económico.[1]
Falta mucho por conocer acerca de los primeros pobladores del norte de México y en especial de Nuevo León y Monterrey, de aquellos que dejaron marcas indelebles en las rocas del Frontón de Piedras Pintas en el municipio de Parás, en Boca de Potrerillos en Mina, en Nacataz e Icamole en el municipio de García y en cientos de otros sitios esparcidos en todo el estado de Nuevo León.
Nativos Yumas del reporte de William H. Emory. Washington 1857.
Muchas veces se les ha calificado sencillamente de chichimecas o etnias de la Norteamérica Desértica, para diferenciarlos de los ricos y grandes grupos culturales de Mesoamérica: mayas, olmecas, zapotecas, etc. Se dice que eran nómadas o seminómadas, pero no andaban sin rumbo fijo, sino que obedecían a patrones regulares de movimiento dentro de territorios reconocidos; lo que los antropólogos denominan nomadismo territorial.[2] Lo cierto es que no crearon grandes complejos urbanísticos como los del centro de México y, el esplendor de estos últimos lanzó una sombra que opacó su estudio por mucho tiempo. Los colonizadores españoles los llamaron convencionalmente conforme al uso de sus tatuajes y los "bautizaron" con los nombres de borrados, rayados, pelones, barretados, etc. Los especialistas han diferenciado varios núcleos lingüísticos entre las tribus que poblaron la región, pero no han logrado tener un criterio uniforme, colocándolos en la familia de los athapascana, los hokana o los macro-yuma, subgrupo de los coahuilteco-karankawa. A los que habitaban la región de lo que hoy es la ciudad se les ha dado el nombre de "aguaceros" y "malincheños".[3]
Vivían en las cuevas y barrancos de los ríos. En las que dejaron vestigios de su paso en pinturas y grabados rupestres, piezas mobiliarias que podrían ser amuletos usados en ritos de fertilidad o iniciación de la pubertad,[4] morteros, piedras ahuecadas y puntas de lanza de todo tipo que van desde las que datan de milenios —como las encontradas en el municipio de Ramones con más de 11,000 mil años de antigüedad— hasta las usadas por las tribus de comanches entrado el siglo XIX. La densidad de desechos domésticos prehistóricos encontrados en el área confirman que existió una población relativamente grande por lo menos en forma estacional.[4] Pruebas de radiocarbono colocan la ocupación más temprana en Boca de Potrerillos hace unos 8000 años.[5]
Entre 1960-1967, un grupo de arqueólogos de la Universidad de Texas, en Austin, encabezado por Jeremiah F. Epstein, emprendió un amplio programa de investigación en toda el área.[6][7]
Existe además un museo arqueológico en el municipio de Mina y otro en Linares creado por Pablo Salce. La INAH planea abrir a finales del 2008 una sección en la zona arqueológica de Boca de Potrerillos denominada El Promontorio. En ella podrán ser observados más de 700 petrograbados e imágenes, que llegan a alcanzar 10 mil años de antigüedad.[8]
En Nuevo León, somos más de 4 millones de habitantes, y la mayor parte vivimos en el Área Metropolitana. La ciudad de Monterrey es la tercera más grande del país.
Cuántos somos
Nuevo León tiene 4,199,292 habitantes, el 4% de la población de México. 2,108,619 son mujeres y 2,090,673 son hombres. Somos bastante jóvenes, porque el 62% tiene entre 15 y 59 años.
Actualmente tenemos una tasa de crecimiento de 1.4% y esperamos ser 4,552,404 habitantes en el año 2010.
Dónde vivimos
94% de la población del estado vive en áreas urbanas con más de 2,500 habitantes.
88% (3.7 millones) vive en el Área Metropolitana de Monterrey, que está conformada por nueve municipios: Monterrey, San Pedro Garza García, Santa Catarina, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, Apodaca, General Escobedo y Juárez. Otras de las principales ciudades del estado son Linares y Montemorelos.
Hay 994,983 viviendas particulares. De éstas, 90.2% tiene agua entubada, 95.1% tiene drenaje y 98.1% electricidad.
Origen
De los habitantes de mayores de 5 años, un 2.8% llegó recientemente al estado.
Hace 5 años...
97.2%
vivía en NL
2.6%
vivía en otro estado
0.2%
vivía en EEUU
Menos del uno por ciento de los habitantes habla una lengua indígena. Las lenguas indígenas más habladas son el náhuatl, el huasteco y el otomí.
Salud
71% de los habitantes están protegidos por el Seguro Social, el ISSSTE o algún otro seguro público. 29% no son derechohabientes y son atendidos por la Secretaría de Salud Estatal.
Las principales causas de muerte son las enfermedades del corazón, el cáncer y la diabetes, igual que en el resto del país. En Nuevo León son un poco más comunes las muertes por enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades cerebrovasculares, y menos comunes las provocadas por diabetes, enfermedades del hígado o problemas en el periodo perinatal (poco antes y poco después de nacer).
Causa de muerte
NL (%)
País (%)
Enfermedades del corazón
21
16.3
Tumores malignos
15.1
13
Diabetes mellitus
9.3
11.5
Accidentes
7.9
8.2
Enfermedades cerebrovasculares
6.9
5.9
Enfermedades del hígado
3.7
6.4
Ciertas afecciones originadas en el período perinatal
2.8
4.2
Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas
3
2.6
Influenza y neumonía
2.2
2.6
Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas
2.1
ND
Síntomas signos y hallazgos anormales clnicos y de laboratorio no clasificados en otra parte